martes, 14 de abril de 2009

Inútiles mordiscos

Rasgando vestiduras, tragando aire seco, oliendo a quemado y avivando las llamas que rodeaban la cama. No hay más placer que el calor, el sudor y los gritos secos provocadas por tus dentelladas.

Pero no te acordaste. No quisiste recordar.

No era dulce. Yo no soy dulce. Era mentira. Pero tú no mientes. Cuando quieres ganar, ganas. Me ganas. Ladeas la cabeza y me llamas. Suave, en bajo. Casi sin quererlo.

Yo no puedo mentir. No puedo esconder las marcas en mi piel. Los mordiscos que todavía hoy me dejan una marca tan profunda que duele cuando otros labios y otra saliva rozan la herida.

Saliva. Saliva. Mucha saliva. ¿Recuerdas? Saliva. En eso sí que me buscabas. En grandes cantidades de saliva. En ingentes experimentos que me daban alas, que me hacían pensar que yo podía intentarlo, que debía, que te lo debía. Pero luego solo había efímeros abrazos que en realidad sólo buscaban un triste calor. Una búsqueda provocada únicamente por el frío.

Hay restos de quienes no son tú, que siguen palpando mi piel, milímetro a milímetro, buscando un recoveco en el que guarecerse de una antigua visita nocturna. Tratan de volver a encontrar aquello por lo que llamaron a mi puerta. Y yo la cierro, con llave, con fuerza y sin pensarlo. Porque la irracionalidad me impulsa a ti. A vagar sola de un lado a otro, cerrando la puerta a amantes intempestivos, solo siguiendo el aroma de tabaco y humedad que dejas tras de ti. Esa extraña y atractiva mezcla que me hace querer oler y mordisquear tus manos con una salvaje fuerza interna que soy incapaz de aplacar.

Y esto me pasa por no seguir los consejos de mamá.

3 comentarios:

  1. No hay nada peor que dejar de escuchar a tu intuicion...si esta te dice que algo va mal...no le bajes el volumen con falsas esperanzas...

    Dicen que la saliva es un buen cicatrizante...mejor que el tiempo...

    Las anclas irracionales que te sujetan a una cama con olor a tabaco y humedad ausente terminarán con el tiempo, en eso si estoy seguro, por oxidarse...

    Gracias por el comentario...

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  2. Oiga usted, apreciada nínfula misteriosa... Nabokov, García-Álix y Ian Curtis. No tiene usted mal gusto, no. Por lo pronto ya se ha ganado mi complicidad e interés.

    Seguiremos observando.

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  3. Mmmm...pues nada mas lejos de mi intención el provocarte daño....no!!...perdona si ha sido así...

    Me podrías concretar las palabras?

    En cuanto al tema es de esos que suenan en tu cabeza mientras lo asocias a ciertos momentos...que en su tiempo fueron perfectos pero que ahora se rien crueles de uno...

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